enero 30, 2013

Tercer carta


A ti, una de mis razones para escribir, la primera manifestación de creación en esta vida, el sentimiento más poderoso de la Tierra, esta carta es para ti. Te personifico para dedicarte estas palabras, aunque seas interpretado de diferentes maneras. 

A lo largo de la vida has sido cruel y bondadoso, te has escondido entre miradas o has sido gritado a los vientos; has sido manipulado y olvidado, has sido razón para levantarse una vez que alguien ha caído, has sido parte de mi inspiración y has guiado mis decisiones. Has sido motivación para libros, historias, cuentos y aventuras; películas, novelas, recuerdos y regalos; eres una maravillosa sorpresa cuando te han dejado de buscar; eres exiliado por dolor, sufrimiento, traición, soledad o mentiras. 

Admiro tu perseverancia, nadie tiene la fortaleza como para seguir enfrentando caídas y abandonos; admiro tu entrega y todas tus facetas; no discriminas, no juzgas, perdonas y sigues, no eres envidioso o egoísta, confías y vuelves a confiar. Tienes una increíble manera de sanarte a ti mismo, erguir la mirada, y volver a dar ese primer paso para encontrar de nuevo tu historia entre manos y esperanzas.

¿Eres acaso eterno? ¿Inmune? Invencible y cómplice no me queda duda, las adversidades te pueden tomar desapercibido y si ella, tan lógica logra engañarte, no tienes orgullo y aceptas la derrota; ahí es cuando llega tu momento, y tu ciclo se renueva.

Tu manera de mezclarte entre la gente, crear alegría y empatía entre dos personas, entre multitudes, entre países, es un poder incomparable; la controversia que generas por ser a veces incomprendido, derriba barreras y presenta retos para aquellos que no te han conocido del todo, o que incluso, no te han conocido.

Quiero agradecerte, porque tu existencia ha creado la mía, has sido razón para vivir experiencias que me han dejado aprendizajes y memorias, eres un ejemplo de vida y compromiso, has sido un compañero fiel en soledad y compañía, eres mi guía y consuelo, mi cómplice y complemento; eres mi reflejo, mi sombra; eres mi pasado, mi presente y mi futuro. 

Espero que estas palabras, no sólo las tomes de mi parte, tómalas de todas las personas que han sido, son y serán, por aquellos que están por llegar y por aquellos que se han despedido; tómalas por aquellos a quienes has acompañado, por aquellos que no han podido conocerte, los que te han abandonado y los que estás por conocer; todos y cada uno de nosotros somos tu existencia y tu razón; somos tu eternidad, tu tiempo y tu espacio; somos tu melodía, tus letras, tus notas e instrumentos; somos tu manifestación, tu olvido y tus ciclos; somos tu ser y no ser; somos tu luz y tu oscuridad; somos tu más profundo secreto, tu energía, tu calidez y tu entereza; somos tu voz, tus lágrimas, tu risa y tu tristeza. Somos tu vida y tu muerte; somos tus voceros, tus mensajeros. 

Son curiosas tus representaciones en este mundo, y es que no hemos sido capaces de darte una verdadera forma y figura a pesar de tu inmensa esencia, por lo que lo más pequeño o lo más grande son prueba de que seguimos en aquella búsqueda para que un día sin más, sea el primero de una eterna y completa vida. Vida que a veces se encierra en un abrazo, en palabras de aliento, en sonrisas, en flores, en besos, en sombras, en caricias, en sorpresas, en seres vivos. Mientras tanto, nos hemos de conformar con las figuras geométricas y tu compañero Cupido, para que un día seas simplemente como hasta ahora y sigas siendo esa mística perfección imperfecta en esta vida y en todas las que siguen.

Amor, lee esta carta, eres razón para aumentar mis palabras en este espacio y en esta vida. Gracias.

enero 18, 2013

Segunda carta

Se me ha regalado la oportunidad de realizar un viaje muy especial, por eso estoy hoy, aquí frente a ti, porque se me ha concedido una plática contigo y disfrutar de tu compañía de nuevo.
No te preocupes, tengo mi boleto de regreso, sé que este no es mi momento.

Hay un silencio y se respira tranquilidad...

¡Hola!
Sé que no te he visto en mucho tiempo, pero no se me ha ocurrido otra cosa qué decir. Creo que la pregunta '¿cómo estás?' pudiera sobrar, creo que si no estuvieras bien, simplemente no estarías frente a mí y nuestro alrededor sería distinto. O más sencillo, yo no estaría aquí, y tú tampoco.
¿Yo? Considero que mi respuesta también está de más si quisiera contarte cómo he estado; tú tienes lugar preferencial desde que iniciaste tu nuevo camino y has sido el mejor testigo y guía de mis días, de mis emociones, de mis decisiones, aventuras, noches y travesuras. Hay que aceptar que la mejor pregunta sería, ¿qué opinas de lo que he sido en estos últimos años? Me alegra saber que te he brindado tanto orgullo... gracias por secarme estas lágrimas, me haces sentir inmensamente dichosa, no sólo por tus palabras, sino por tus acciones, tanto en el pasado como en este instante que sin duda han sido un legado que he decidido, determine mi forma de ser y de pensar.
Sabes, hay una duda que siempre me hice, y espero me puedas responder... ¿tuviste oportunidad de decidir si querías irte o no? O ¿simplemente te avisaron que el tren partía y debías abordar? ¡¿Es en serio que no vas a decirme?! ¿¿¿Por qué no??? No seas así, ya pasó el tiempo y hoy que puedo verte y no desmoronarme... ¡Claro que soy curiosa, soy tu hija! Esa respuesta me suena a cliché eh; entiendo que hay momentos para todo, que las razones y explicaciones responden a las preguntas cuando uno esta listo... ¿y esto? ¿Esto no es señal suficiente? ¡Anda, dime! ¿Mi momento? Es decir... ¿tendré la oportunidad de vivirlo...? Mi última pregunta sobra, ¿verdad? Tu cara me dice todo; está bien, no insistiré más.
¿Mi mamá? Está bien, creo que la has visto. Ya hay muy pocas ocasiones en las que la veo triste por tu ausencia, pero ambos sabemos lo fuerte que es, creo que tú más. Pero sinceramente creo que le hace falta dejarte ir por completo, como lo hice yo; pero presiento que si lo hace, sentirá que te traiciona o te olvidará y no es así. Tiempo al tiempo ¿no?
Ha tenido oportunidad de vivir esa emoción que te hace sentir el querer a alguien. Sí, es un buen hombre, y a pesar de que se ven poco, hablan mucho y la apoya, la procura y la consiente... me cae bien.
Sus amigas la cuidan también, y están al pendiente, y obvio, siguen echando relajo. Me da gusto que haya esa unión y cariño para con ella.
¿Mi hermano? Pues que te digo... creo que es el que más te extraña y aún así, no lo dice. Pero también ha cambiado mucho, hace muchas travesuras, nos sorprende con algunas acciones y su terquedad. Si, también está muy grande, sano sin duda alguna y muy a gusto creo yo. Oye, por cierto... ¿conocerá a alguien? ¡Qué pooocaaa! ¡No se vale que eso tampoco me lo cuentes! ¿Ni una pista? ¡¡Ok!! Siguiente tema... jejeje
Mi abuela te sigue y seguirá extrañándote siempre; se ha alejado de nosotros, y eso a mí me duele, pero también la entiendo, no es fácil tener un recuerdo vivo y no haber estado preparada para una pérdida así. Ninguno de nosotros lo estuvimos...

Un silencio

¡Me haces tanta falta! Hay ocasiones en que tu sola presencia sería reconfortante... Tantas ideas, planes, sueños que creí haría y que estarías físicamente para compartirlos... También yo te extraño, todos lo hacemos.
Hay algo muy importante que quiero decirte, ya que mi tiempo se termina:
¡Gracias! ¡Qué manera de enseñarme a vivir, de luchar y ser perseverante, terca y no dejarme! Aunque al principio me costaba trabajo e incluso me enojaba, soy una nueva versión de ti, en mujer y mejorada jajaja Hay tantos gestos, similitudes en música, manera de actuar, de pensar, de ser; al momento de plasmar mis pasiones en su forma final y no hay alguno en que no te recuerde. Sin duda, y no es por menospreciar, tu esencia como persona evolucionó al momento de mi nacimiento y me ha ayudado a forjarme. Tu legado ha sido factor determinante en mi vida, siempre lo fue y cobró más fuerza después de tu partida. ¡Gracias por tus consejos, enseñanzas y complicidades! ¡Gracias por las sonrisas y los regaños! ¡Gracias por haberte equivocado al escribir mi nombre! Jajajaja...
¡Gracias por haber sido mi padre!

Se oye un silbato a lo lejos

¡Qué rápido se pasó el tiempo! Ya debo irme... aunque no quiero. No, no te preocupes, no voy a sabotear mi regreso, tengo mucho por hacer y hay alguien, además de mi mamá y mi hermano, que muero por ver. ¿En serio te cae bien? De cierta manera estaba segura que así sería. Me dejas tranquila al saber lo que opinas de él... Sí, es un hombre increíble, auténtico.

Se oye el silbato de nuevo

¡Por Dios! El tiempo no me ayuda ahorita... ¡Gracias por esta plática! Esta oportunidad de verte de nuevo es un regalo que valoro inmensamente y será una experiencia para toda mi vida.
¡Te amo con todo mi ser! ¡Gracias por todo papá!

Me subo al tren, soy la última en abordar... Al sentarme en mi lugar, te veo a través de la ventana, parado, sonriendo, ondeando la mano en señal de despedida y repito en mi cabeza ese susurro de tu voz, al momento de abrazarte y despedirnos. Yo también estoy segura que no será la última vez que nos veamos.
El tren avanza y te vas haciendo cada vez más pequeño hasta volverte parte de un horizonte que va desapareciendo.

Abro mis ojos

enero 17, 2013

Primera carta

Me detengo frente a ti; te observo, me observas... me abrazas con una sonrisa, me tomas de la mano y me llevas al sillón y simplemente me escuchas...


Tan pequeña, tan frágil, tan sonriente, tan inquieta, tan inteligente, tan viva... así eres, apasionada, amorosa, valiente, poderosa, entregada y vibras con todo.
Vivirás muchas cosas, enfrentarás independencia y amor al mismo tiempo, entenderás que al no ser la única que exista en tu universo, obtendrás grandes regalos, ángeles a tu alrededor como maestros y protectores; apendizajes para toda tu vida.
Encararás situaciones complicadas, habrá ocasiones en que el egoísmo determine tus actos, o tu bondad dibuje sonrisas.
Sentirás odio, miedo, terror, tristeza... ¿miedo? Sí, sentirás miedo al sentirte desprotegida, sola, perdida, frustrada o con dudas. No temas, esos momentos de miedo, traerán grandes momentos en que forjarán a una mujer lista para dar el siguiente paso.
He de confesarte, que cambiarás conforme vayas viviendo diferentes situaciones, unas agradables que te motivarán para ser mejor; otras, para levantar la voz y demostrar al mundo y a ti misma, que eres más de lo que se ve.
Hay un punto importante que debes saber, aunque probablemente lo olvides, al sentirte traicionada, traicionarás; al haber sido engañada, mentirás y engañarás; al sentirte aburrida y sola, buscarás consuelo para llenar un hueco que simplemente no debe ser llenado desde afuera, debe ser curado, sanado por ti misma. Lo anterior, no te hace mala persona, te recuerda que eres humano. No te preocupes, suena desconcertante, pero tendrás el valor para saber que hay cosas que no puedes resolver sola.
Sí, también lastimarás y serás lastimada. Pero quiero que seas consciente, de que si todo fuera sencillo, lleno de alegría y seguridad, la vida en sí misma no valdría lo que es, vida, y una característica tuya, no existiría. Creo que sin eso, simplemente no serás quien llegarás a ser.
¿Acontecimientos importantes? ¡Uy! ¡Muchos! Hay una lista inmensa, pero no quiero arruinarte la sorpresa de cada momento. Y con esto, no quiero que pienses que todo será para bien. Recuerda, con los golpes más fuertes que recibas, te convertirás en alguien mejor. No, no lo dudes, y no quieras vivir con temor o tratando de recordar estas palabras al pie de la letra, no quieras prepararte para lo que no sabes que vendrá. Ok, tú ganas, sí, estoy aquí para platicarte un poco de quién eres, de quién no eres, y de quién serás, pero date cuenta, no te he dicho cosas específicas. Y confío que tu subconsciente entienda el mensaje, lo procese y lo deseche, para que cada instante sea intenso, sea duro, sea inesperado, sea agradable, sea dichoso, sea memorable, sea tu impulso, sea un regalo.
No tengas miedo a equivocarte.
Hay unos cuantos acontecimientos que marcarán una gran diferencia en ti, a tu alrededor y tus planes para el futuro próximo y lejano.
Algo extremadamente importante: confía en ti. Eres una gran mujer, una maravillosa niña, una estudiante brillante, una amiga leal, una hija entregada, una hermana protectora y ejemplar; eres una mujer auténtica.
Buscarás el sentido de ti en muchos lugares, y no será hasta ya pasados los años, en que entenderás que ser diferente y llena de pasión y energía es tu esencia.
¿Que qué es tu esencia? Es algo que comprenderás cuando lo sientas. Puedo explicártelo, pero la sensación que llenará tu pecho y tu alma cuando todo te haga sentido y sepas cuál es tu esencia, será incomparable, te lo prometo. No, no estoy triste, es sólo el recuerdo de ese momento que se forma de varios instantes y el sentimiento de que esa esencia, se seguirá forjando, toda tu vida.
No serás... cómo decirlo, la misma... adoptarás y aprenderás de las personas a tu alrededor, familia, parejas, amigos, maestros... algunas cosas, con el tiempo las desecharás, porque no te funcionarán, otras, estarán sembradas en ti y florecerán cuando menos te lo esperes y te brindarán alegrías genuinas.
¿Te estoy confundiendo? ¿No? ¡Qué bueno! Es que me da emoción verte y saber que tu camino y el mío están conectados; tenerte frente a mí, en mis brazos me da una sensación de protección y emoción, por un pasado complejo pero no complicado, por unos días grises antes de días soleados, por lágrimas antes de sonrisas y abrazos con experiencias.
Alguien te dará un consejo, alguien muy muy cercano, que recordarás toda tu vida, y esas palabras, te dará la primera pista de tus pasiones. No, no te lo dejaré por escrito. Sólo puedo decirte, que esa persona te dejará uno de los legados más importantes, más valiosos y lo llevarás por el resto de tus días, integrado a tu ser, a tu esencia.
Quisiera decirte tantas cosas, compartirte secretos que aún no sabes; quisiera llevarte conmigo y que veas qué hay y quiénes están, o quedarme aquí contigo y recordar lo que tú apenas vivirás... pero no puedo quedarme. Sin embargo, verte, saber que me reconoces es una satisfacción única, y que no creo poder describir.
De todo lo que te he dicho, creo que lo más importante de esta visita es el regalo que te dejo, son palabras, no las tomes a la ligera, la más improtante y con la que me despediré, por ahora, es la última. Sí, nos volveremos a ver, de hecho lo haremos todos los días, no te preocupes.
Mi regalo, para ti:
No dudes. Llora. Ríe. Lucha. Grita. Corre. Nada. Patea. Abraza. Ama. Entrégate. Levántate. Pide ayuda. Guarda secretos. Confía. Compra. Confiesa. Aprende. Enseña. Lee. Escribe. Recuerda. Canta. Baila. Dibuja. Desvélate. Rebélate Pregunta. Pelea. Compara. Aprende a no comparar. Cuestiona. Reta. Sueña. Cuídate. Planea. Ahorra. Bebe. Come. Niega. Ofrece disculpas. Organízate. Socializa. Haz ejercicio. Juega. Aprende a estar sola. Haz travesuras. Ayuda. Disfruta con tus amigos. Sorprende. Consiéntete y consiente. Se cómplice. Miente. Atrévete. Medita. Arriésgate. Despréndete. Duerme. Maneja. Viaja. Sonríe. Vive.

Primera carta: Legado a la persona que fui, soy y seré...

Legado de cartas

Así es cómo nombro mi primera serie de crónicas líricas, un proyecto totalmente personal, y que al mismo tiempo, persigue el objetivo de que tú, que estás leyendo, puedas encontrar algunas similitudes y te permitas sentirlas como propias.
Espero lo disfruten.

Esta es mi alma en letras, como legado de cartas.