septiembre 18, 2012

Dragón y Princesa

En ocasiones puede ser un maravilloso viaje a través del tiempo, con la mejor compañía y una perfecta combinación de palabras. Pero hay situaciones que sobrepasan los límites y dominan la emoción, cegando la razón más certera que por siglos ha sido tratada de ser perfeccionada aunque sin tanto éxito.
Somos unos seres complicados, este género de altas y bajas, creadoras de vida, refugios de lágrimas y risas; pero es nuestra complejidad, locura y astucia lo que nos convierte en obras de arte en vida.
Bien dicen "a las mujeres no hay que entenderlas, hay que amarlas" y es que está bien justificado el que a veces, nosotras ni siquiera sabemos qué es lo que queremos. Pero lean bien hombres, un abrazo, palabras de amor, son sólo unas cuántas herramientas compartidas que nos pueden ayudar en las batallas del día a día.
Consideren que pueden tener a un dragón entre sus brazos, buscando la más delicada protección y que a la menor provocación, simplemente pudiera terminar en guerra. Pero jamás será la intención, ya que es complicado ser un dragón y una princesa, ser guerrera y dama, escondiendo lágrimas y corajes, con sonrisas y mejores temas.
Nos sabemos complicadas, nos sabemos vulnerables y también estamos conscientes que sólo el tiempo y la convivencia serán la guía del amor ante pequeños altercados contrarrestados con miradas tristes y chocolates.
Entre espacios y distancias, se crean instantes que pueden mostrar distintas circunstancias, pero los latidos son el diseño del camino que, yo como mujer, a tu lado anhelo vivir.