marzo 20, 2012

One and Only

Muchas ocasiones en que simplemente quisieras darte por vencido porque la situación ya te sobrepasó y las ganas de seguir enfrentando se han evaporado... en que el pasado es más de lo que quieres y puedes aceptar...  cuando los miedos se han vuelto un modo de vida al protegerte y no aceptar que debes hacerles frente... en que tu mayor apoyo ya no aguanta el peso de 2 y no por voluntad, sino por desgaste e impotencia de no saber la situación y cuando está mal es cuando todo se empieza a aclarar. 

Por más que hay muchas razones para tirar la toalla, hay ese pequeño rayo de luz, esa idea (ingenua se lo quieren ver así) de que vale la pena sacar fuerza del menor respiro y seguir adelante. ¿Y el enojo? Claro, existió, pero tampoco puede ser el factor que determine todo. ¿Cuánto vas a ceder? Esa respuesta es individual y personal, pero después de meditarlo, yo estoy con la actitud de seguir adelante, por lo menor por ahora. No sé si por ilusa, ingenua, tonta, pero bien dicen que quien arriesga, no gana y a mi modo de pensar, es mejor aprender por haberse arriesgado que quedarse con el miedo a no vivir.

Sigo aquí, con la convicción de que la persona correcta es quien más miedo siente...