enero 15, 2012

Mujer

Me encuentro dividida entre el recuerdo de tus labios recorriendo mi cuello y la fuerza del viento impulsando mis alas volando sola y conociendo tierras más allá de las fronteras cercanas.
Como mujer, hay que buscar crecer y vivir más allá de lo estipulado, romper los límites que creen no podremos alcanzar. Demostrarse a una misma que eres más fuerte de lo que alguna vez imaginaste, ya sea por imposición de vida al no tener otra opción o porque la elegiste como forma de vida, es creo yo el mayor reto que podemos enfrentar.
Como mujer, escondemos una fuerza inimaginable, encerrada en la más delicada mirada, en tiernas caricias y en una sonrisa como antifaz o como maquillaje. Podemos dibujar una aventura en su mente o compartir una travesura para estallar en carcajadas.
Como mujer, buscamos sentirnos amadas y protegidas, libres e independientes, acogidas en los brazos correctos sin sentirnos asfixiadas; consentidas y sorprendidas al detalle de lo inesperado, correspondidas por un esfuerzo para que con nuestra pareja podamos fortalecer la relación y sumar un reuerdo más en el tiempo.
Como mujer, guardamos el secreto a voces de la vida, procreamos y protegemos ese pedacito de cielo que se nos concede por unos años para después alcanzar un sueño mayor.
Como mujer, dejo plasmado una pequeña parte de mi alma, que con letras prevalecerá en el tiempo.
Me encuentro en este punto del tiempo y espacio para seguir siendo mujer.